Frente a la situación que se vive actualmente en nuestro puerto de
Buenaventura y la Costa Pacífica, como ciudadanos bonaverenses, alzamos nuestra
voz y sentimiento para llegar a todas las comunidades locales, nacionales e
internacionales, manifestando nuestro inconformismo por tantas circunstancias
alarmantes que se viven en este momento.
El pacífico colombiano desde tiempos coloniales y esclavistas ha sido
territorio de explotación inmisericorde de pueblos afros e indígenas
identificado en saqueo permanente de sus recursos naturales oro, plata,
platino, madera, recursos marinos, enclaves y expoliación permanente del
puerto. El racismo estructural desde arriba hacia abajo y por los lados se
enseban eternamente contra los cuerpos de hombres y mujeres afros por toda la
geografía regional.
Estas dinámicas aterradoras de explotación y opresión se profundizó en
la década de los ochentas cuando el mundo de la guerra fría se vendría abajo
con la caída de la antigua unión soviética y el asalto descomunal del
capitalismo neoliberal liderado por los EE.UU. y toda la Europa occidental
practicado por la Chile de Pinochet y la Inglaterra de Margaret Tacher se haría
global; pisaría sin escrúpulos la región del pacífico y Buenaventura en
particular con la privatización a ultranza de vastas empresas del Estado y de
puertos de Colombia en particular.
Pero el pacifico ya estaba planificado, las elites dominantes del
capital y del racismo estructural tenían en sus manos sendos megaproyectos
llevados a discusión y presentados en las salas de exposición del capital
internacional, al interior andino, Bogotá, Cali, Eje Cafetero sin contar para
nada con los verdaderos dueños históricos y presentes de la región, los pueblos
afros e indígenas.
Así pues, las luchas históricas y presentes de las comunidades étnicas
de la región no han hecho más que resistir, hunden sus raíces desde la colonia
esclavista por el territorio, la cultura, la libertad y la dignidad humana, atraviesa
la república por su integración regional, el acceso a servicios básicos,
infraestructura pública y por el desarrollo en los marcos étnicos-culturales de
sus habitantes. Los paros cívicos y luchas étnicos populares han sido
constantes e ininterrumpidos en cada gobierno que desoye los reclamos justos de
toda la región.
Ante inminentes ataques planificadores elitistas y racistas, los pueblos
afros e indígenas de toda la nación diversa se movilizan irrumpen con mayor
fuerza finalizando el siglo XX logrando en la nueva constitución política de
1991, importantes artículos constitucionales, sentencias, leyes, decretos
reglamentarios, autos, entre otros a favor de sus intereses, en pro del
aseguramiento de sus territorios como lo significó con todas sus limitaciones
la ley 70 de 1993.
El panorama parecía abrirse, sin imaginar el terror que se nos
avecinaría. Las élites del narcotráfico articulados con las clases dominantes,
sus partidos políticos, se harían con el poder en Colombia y el control del
Estado parejo con la aplicación de la agenda neoliberal, la corrupción política
generalizada, además del ejercito paramilitar y actores armados de toda clase
como la guerrilla de las FARC-EP, el ELN, Bandas Criminales, entre otros.
Un verdadero asalto que desconfiguró la vida, el territorio y el mundo
cultural del pacífico hundiéndolo más en la marginalidad y la pobreza extrema a
través de la violencia física y simbólica, el control del territorio y el
secuestro extorsivo de los pobladores.
Buenaventura en concreto, uno de los 42 municipios del Valle del Cauca,
uno de los diez distritos especiales en Colombia, es conocido como Distrito
Especial, Industrial, Portuario, Biodiverso y Ecoturístico, desde el 6 de julio
de 2007. Buenaventura el territorio de todos para pocos, territorio donde
convergen ciudadanos de todo el pacifico colombiano, pueblos de gentes
afrodescendientes, pueblo de indígenas, pueblo diverso, pueblo de grandes
contradicciones, es la geografía sintetizada donde hoy se presentan todas las
desgracias humanas que puede soportar un pueblo.
A pesar que proporciona billones de pesos cada año y al último del 2020,
$5.8 billones de pesos en impuestos a la nación, nada de esto se revierte en el
mejoramiento de las condiciones de vida de los más de 377.105 habitantes de los
cuales más del 88.5% son afrocolombianos. El 81% del total de la población está
en la pobreza y el 44% en la indigencia, el 35% en la zona urbana esta con NBI
y el 47.3% con NBI en la zona rural.
Del total de la población 143.000 personas casi la mitad el 46%, trabaja
por cuenta propia, y el número de personas sin trabajo en el puerto asciende
fácilmente a 110.000 personas casi la tercera parte de la población. Es decir,
una tasa de desocupación del 49%.
A pesar de que en Buenaventura hay once cuencas hidrográficas, el 71% de
la población solo recibe 8 horas de agua día de por medio, sólo el 60% cuenta
con servicio de alcantarillado, el 41.02% tiene servicios públicos inadecuados
en la cabecera municipal y el 98.13% en la zona rural.
El 37,5% de la población residente en Buenaventura, ha alcanzado el
nivel básico de primaria; el 32,6% ha alcanzado secundaria y el 7,0% el nivel
superior y postgrado. La población residente sin ningún nivel educativo es el
10,0%. El analfabetismo a estas alturas de la vida está en el 18.9%.
En materia de salud ni que decir, Buenaventura no cuenta siquiera con un
hospital de tercer nivel decente, la población sufre enormes problemas
sanitarios y de salud en todo el Distrito.
Entre 1995 y 2013, según el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH),
se realizaron 26 masacres, 20 de ellas se presentaron entre 2000 y 2003, sin
contar las aterradoras casas de piques, en una ciudad donde 15.300 personas han
sido desplazadas desde 1990, siendo la ciudad con el mayor índice de
desplazamiento interurbano de Colombia.
Reportes de la policía nacional a fecha del 2021 reporta 23 homicidios,
91% más que en el 2020, la mayoría de las víctimas son jóvenes entre 16 y 21
años. De acuerdo con el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz
(INDEPAZ), los más de 38 enfrentamientos entre bandas criminales hasta el mes
de marzo han provocado el desplazamiento de 156 familias y mantiene en riesgo a
170.500 personas en barrios como Juan XXIII, Bellavista y Pampa Linda en la
zona de bajamar. Esto sin contar la desolación y la desesperanza en la juventud
que la está llevando al suicidio, a la fecha en menos de un mes se reportan 8
jóvenes que se quitaron la vida por suicidio y al momento en menos de esta
semana entre el 5 y el 12 de abril han sido asesinado 12 personas más, el dolor
es inmenso!
La juventud es el sector poblacional de altísimo riesgo que, sin
oportunidades de ninguna índole, cuyas familias ya no tienen control de sus
hijos, fuerzas oscuras neocoloniales los arman con material de guerra de alto
poder, los involucran en organizaciones criminales y por zonas de extorsión de
toda clase, en particular el comercio de víveres a tal punto que las tiendas de
los barrios han desaparecido, encareciendo los productos de toda la canasta
familiar y poniendo en apuros la seguridad alimentaria del Distrito, se
enfrentan entre las mismas bandas por territorios, fronteras invisibles e
induciendo a nuevos desangres al interior de las comunidades.
Los gobiernos nacionales en los últimos treinta años han presentado
diversas intervenciones mediante planes de desarrollo focalizados a través de
cuatro documentos CONPES que no han sido ejecutados de acuerdo a lo
planificado, ni ejecutados como lo esperaba toda la región para resolver dichas
problemáticas.
En 57 años buenaventura ha sido impactada por cinco movimientos sociales
en 1964, 1998, 2013, 2014 y 2017. Las peticiones al Estado siguen siendo las
mismas: Educación, infraestructura pública, salud, empleo, vivienda digna,
energía eléctrica, alcantarillado, agua potable y demás.
El Comité de Paro Cívico de Buenaventura se ha mantenido y se han
realizado permanentes reuniones con el Gobierno Nacional donde después de tres
años se debe consolidar el seguimiento de los compromisos con el nuevo Director
Ejecutivo del Fondo para el Desarrollo Integral del Distrito Especial de
Buenaventura, FONBUENAVENTURA, creado mediante ley 1872 de 2017, aún en espera.
Hoy Buenaventura en particular y la región del pacífico en general está
siendo incendiada por todos los actores armados, provocando nuevos
desplazamientos, asesinatos y eliminación de líderes sociales afros e
indígenas. Las comunidades étnicas sufren el racismo estructural de manera
frontal, descarada como neocolonia global, de Bogotá, Cali y Buga que le niegan
en su propio territorio oportunidades de desarrollo con pertinencia étnica,
laborales, entre otros. Todo el aparataje económico, administrativo, bancario,
comercial, empresarial privado, incluso oficial desarrolla una política de
segregación racial laboral contra las comunidades afros del Distrito.
La población bonaverense está secuestrada y siendo oprimida
económicamente por estas nuevas formas delincuencial, mientras que las elites
del capital, del poder, del narcotráfico y sus agentes neocoloniales incluyendo
los políticos corruptos afros están esperando el momento preciso para dar el
salto final de apropiación de todo el territorio por todos los medios,
violentos, jurídicos por mencionar la destrucción de la consulta previa,
políticos y mediáticos para llenar de muerte, dolor, desolación y
desplazamiento total a todas las comunidades. Los hechos recientes del
Departamento del Chocó, Buenaventura, Timbiquí, Tumaco y otros espacios de la
geografía regional apuntan hacia ello.
Buenaventura, sus hijos regados por el planeta entero, por todo
Colombia, sino lo detenemos a tiempo será la antesala del peor genocidio,
etnocidio que sobrepasaran la crueldad de la época de la conquista para nuestra
amada región, los intentos de balcanización por parte de las élites
andinocéntricas, son los cantos de sirenas que anuncian esa desgracia.
Por ello, de manera urgente llamamos a la solidaridad del mundo entero
para evitar este cataclismo contra la región del pacifico y los territorios de
los pueblos afros e indígenas de todo el país, convocando a toda la comunidad
afrodescendiente a movilizarnos, en una gran marcha nacional e internacional
por la liberación definitiva del cuerpo secuestrado de la gran madre del pacífico
colombiano.
FIRMAN ESTE COMUNICADO:
Centro de Estudios Políticos y Sociales del pueblo Afro CEPSAFRO
Fundación Palenque De Egoya
KUAGRO RI CHANGAINA
Yucely Mosquera Jordán
Sandra Patricia Murillo
Asopsalub
Yessy Julieta Riascos Becerra
Movimiento CIMARRÒN. Dirección Nacional
Didien Martínez
Asociación Panafricanista Proyección Afro
Yiminson Figueroa Carabali
Fernanda Sandoval Segura
ASFROVICTOL
Nubia Casierra González
MOVIMIENTO NACIONAL CIMARRÓN EJE CAFETERO Y NORTE DEL
VALLE
Ana Tenorio
Dhalia Vanessa Morales Lerma
Elizabeth Jaramillo
Heladería y cremas Frosty
Guillermo Saldarriaga Rodríguez
INSTITUTO SILVIA ZAYNAB - SAS
Leonardo Tangarife Hurtado
ABRILPAC
Pastoral Afrocolombiana
Hernando Paredes Sanchez
Néstor Bonilla Naboyán
José Ramón Mosquera
Hernán Valencia
Luz Amparo Montes García
Nancy Montaño
Diego Alexander
Yonier Córdoba Rentería
Ever Wilver Arboleda Rivas
Aristo Casanova Quiñones
Abel Córdoba
Centro de Estudios e Investigaciones Sociales Afrocolombianas,
CEISAFROCOL
Armando del Castillo Díaz
Alejandra Alarcón Taba
María Isabel de los Ríos Zuleta
Néstor Ocampo
Félix Villadiego
Junta de acción comunal Barrio Nueva Frontera
César Tulio Campaz
Sigfrido Montano
Mónica Montaño Garcés
Henry Montaño Garcés
Josefa Suárez FLORES
Carolina Arias Hurtado
Alexander arboleda Lerma
FEDANM
Licenia Salazar Ibarguen
Fundación comunitaria Despertar