Medellín, 3 de noviembre de 2021
Doctor
CESAR GAVIRIA TRUJILLO
Jefe Único Partido Liberal Colombiano
Atento
saludo.
Por
medio de la presente carta abierta al pueblo colombiano, formalizo mi retiro de
filas del Partido Liberal que Ud dirige. No renuncio al pensamiento liberal ni
a la tradición liberal de Rafael Uribe Uribe, Jorge Eliecer Gaitán y Guadalupe
Salcedo de la que me siento orgullosa, pero si ratifico ante Ud, ante la actual
dirección y ante el pueblo liberal, que no quiero ser contada dentro del
registro de afiliados de la estructura que ha convertido la personería jurídica
del liberalismo en una auténtica funeraria política. No estoy para ser contada
entre los que entierren a un Partido que me permitió hacer política con la voz
de las mujeres y los negros, y que tanto
ha representado para los anhelos de cambios sociales en Colombia.
Valga
aclarar que no he ocupado cargo en corporaciones públicas desde que fui
destituida irregularmente por el Procurador General Alejandro Ordoñez en el año
2010, sanción injusta que Ud como presidente no tuvo el valor de combatir aun
cuando se trataba de una curul del Partido Liberal. Tampoco hago parte de la
Dirección Nacional Liberal desde 2004, luego de que como co-presidenta logré la
más amplia participación democrática en las elecciones internas, e hicimos
avanzar al Partido hacia una política de coaliciones democráticas y de férrea
oposición al proyecto uribista, cuando muchos de los que hoy posan de sus
contradictores todavía lo aplaudían. Así que es claro que no estoy incursa en
ninguno de los causales posibles de doble militancia señalados en el artículo 2
de la Ley 1475 de 2011, pero es mi deseo en medio de este momento de inflexión
histórica, como es de público conocimiento, continuar mi carrera política con
los ideales liberales dentro del Pacto Histórico, no sin antes convocar al
pueblo de Gaitán para que nos acompañe en esta gesta, dejando claras las
motivaciones que obligaron mi retiro de filas desde hace años, pero que hoy
requieren ser expuestas.
No soy
yo la que me retiro del liberalismo colombiano. Ud retiró al Partido Liberal de
la vida política de Colombia. No puedo militar en un cadáver insepulto. Ud
enterró 150 años de historia con su desastrosa gestión que se ha hecho además
sempiterna. Balanceemos presidente Gaviria sus casi 15 años en cabeza del
Partido Liberal en propia persona o en cuerpo ajeno. Paupérrima votación con
candidatos propios en 2010 y 2018, mientras se endosó la candidatura en 2014 a
uno de los más fuertes contradictores del último gobierno del liberalismo, a
cambio de mermelada. Es hora de recordarle que Ud también es artífice del
gobierno catástrofe de Iván Duque cuando sediento de burocracia llamó ilusionado
a votar por el Centro Democrático en segunda vuelta. Pero a quienes traicionan
sus ideales, la política les paga con la misma moneda del timo.
Gracias
a su jefatura, en las elecciones parlamentarias el liberalismo obtiene menos
congresistas cada cuatro años, y no logra ganar una alcaldía propia en ninguna
de las grandes capitales. El Partido Liberal de Gaitán y Echandía, ha quedado
relegado a una famiempresa de embajadas, direcciones de planeación y protección
judicial. Una manzanilla tan burda que haría ruborizar al mismísimo Turbay
Ayala. Pero Ud, presidente Gaviria lo ha conseguido, superar el conservadurismo
y el clientelismo de ese mal presidente liberal.
Pero
no es solo su funesta jefatura con la ausencia de garantías democráticas para
la participación y la decisión dentro del Partido. Purga tras purga, se
convirtió en emperador omnímodo de un cascarón vacío. Mientras tanto, el pueblo
liberal, el que salió a protestar desde abril no lo reconoce a Ud, ni a su
bancada como voceros de sus intereses. Cuánta falta le hace no solo al
liberalismo sino al país en su conjunto que tras treinta años Ud se haga la
autocrítica y reconozca que la invitación de su gobierno de Bienvenidos al
Futuro fue una falacia. Mientras esto no suceda presidente Gaviria, Ud no solo
es un lastre insostenible para el Partido Liberal, sino lo seguirá juzgando la
historia como el impulsor del modelo neoliberal que hoy se repudia en las
calles. Deslaboralización, desempleo, privatizaciones y miseria. La salud y la
educación como mercancías, mientras la economía sigue sin encontrar su rumbo
tras tres décadas de apertura económica, pérdida de la soberanía alimentaria,
del tejido industrial básico, de la banca de fomento, mientras crece la deuda
pública y un gasto militar exorbitado
que Ud inició cuando declaró la guerra integral y prometió con su Mindefensa
Rafael Pardo acabar con las guerrillas en 18 meses. A nombre de tantos jóvenes
liberales que desde las regiones lo elegimos presidente en 1990 y que fuimos
defraudados en nuestros sueños, aquí quien debiera renunciar al Partido Liberal
es Ud.
Yo
sigo creyendo en la Revolución en Marcha de López Pumarejo, que tristemente no
ha podido desarrollarse a casi 90 años de su propuesta. Reivindico la validez
de varias de las iniciativas de desarrollo nacional de Lleras Restrepo,
prontamente abortadas en el gobierno de Pastrana Borrero. Pero de lo que no
podemos rescatar hoy nada, es del modelo neoliberal del que fuese inspirador
desde cuando cogobernaba en la presidencia de Barco. Acierta Gustavo Petro al
vincular en su propuesta programática del Pacto Histórico el acervo democrático
del liberalismo, algo que lamentablemente no se puede decir de la inexistente candidatura
liberal para el 2022.
A
siete meses de la primera vuelta el Partido Liberal solo tiene definido su
bolígrafo para escoger su candidatura o su aval a la presidencia. No hay
consulta interna ni abierta. No hay precandidatos y difícil que los haya dentro
de la pálida gestión parlamentaria del liberalismo en el actual periodo
legislativo. No hay mayor discusión programática. Solo se asoma su enésimo intento
por colgarse a un supuesto caballo ganador, siempre y cuando venga de la
derecha, cuando el país exige a las y los liberales no permanecer impávidos
ante la posibilidad de un nuevo triunfo del proyecto autoritario de la
ultraderecha. Contrariando a su lema de campaña de hace 30 años, con Gaviria no
hay futuro, ni para el verdadero liberalismo, ni para el pueblo colombiano.
Por
todo lo anterior, amparada en el artículo nuevo de Renuncia a la Militancia,
introducido en los estatutos en la II Constituyente Liberal de 2011, quiero
ratificar que desde hace mucho tiempo ya no pertenezco a su misma agrupación
política, para lo que pido desarrollar los trámites de rigor. Manifiesto libre
y voluntariamente que continuaré con mi proceso de reagrupamiento de bases liberales
y sectores democráticos en Poder Ciudadano, vinculado al Pacto Histórico, pero
no en la estructura del Partido Liberal que Ud preside.
Llego
al Pacto Histórico entonando orgullosa la tercera estrofa de nuestro himno, que
quizás Ud no recuerde, pero claramente nunca la ha enarbolado:
“A
la carga vamos, Que Colombia espera, Juramos servirla Con fe y con valor. En
nosotros crece La futura patria, Ni más grande orgullo Que ser liberal. Unidos
haremos La revolución.”
Sin
más particular,
PIEDAD ESNEDA CÓRDDOBA RUIZ
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