El pueblo negro, afrocolombiano, raizal y palenquero siempre ha sido excluido y marginado del poder
político, en todos los niveles y esferas de la sociedad nacional. La carencia
de poder político popular la ha hecho víctima cotidiana del poder de la
oligarquía dominante.[1]
La carencia de poder político y social como resultado directo de la debilidad organizativa e ideológica de la población negra, afrocolombiana, raizal y palenquera ha limitado sus posibilidades de desarrollo dentro de la Nación y le impide explotar eficientemente los recursos naturales de sus territorios, dignificar sus condiciones de vida, participar autónomamente en la toma de decisiones políticas y en la determinación de su destino y los destinos nacionales. La carencia de organización como fuente del poder político popular ha impedido a este pueblo afrodescendiente defender sus derechos ante el atropello de las compañías privadas nacionales y extranjeras. El marco de esta exclusión ha sido la inexistencia de la igualdad de oportunidades para la participación democrática del pueblo dentro de la vieja política de la sociedad colombiana. El pueblo ha sido víctima de la explotación y dominación de una élite que sólo actúa y piensa en función de sus privilegios e intereses dominantes.
La lucha por crear y conquistar poder político para el pueblo negro, afrocolombiano, raizal y palenquero, debe constituir una táctica y estrategia, un objetivo concreto en todo lo cotidiano y un objetivo general que nos guíe a largo plazo. En esta lucha por el poder debemos actuar en unidad con todos los demás sectores populares que comparten nuestras aspiraciones, pero siempre luchando por llegar y permanecer en igualdad de condiciones, en el control de todas las formas de poder político popular que nos sea posible conquistar desde la junta comunal barrial hasta el sindicato y la corporación política. El poder como tarea permanente, como objetivo supremo a alcanzar en todos los niveles y en todas las esferas sociales, comenzando por las formas organizativas de la comunidad en el barrio, el municipio, el departamento y la Nación.
Conquistar poder político popular para el pueblo negro, afrocolombiano, raizal y palenquero con base en la construcción y el control de la organización en todos los sentidos, se debe convertir para la juventud afrodescendiente en apuesta permanente y sistemática. Poder económico, a través de la búsqueda de la independencia económica individual y la organización empresarial económica para la autogestión comunitaria; poder social a través del control administrativo y de la iniciativa en las organizaciones sociales; poder político a través de la creación de alternativas para la participación política independiente, y poder cultural para recuperar y dinamizar nuestra identidad afrocolombiana, negra, raizal y palenquera, conquistar poder en la educación para promover la etnoeducación y la catedra afrodescendiente y en las instituciones culturales para darle libertad y creatividad a nuestra identidad.
En niveles generales y nacionales la tarea de conquistar respeto y representación afectiva popular nos lleva a luchar por conquistar poder político en la vida política nacional, poder político étnico para influir en las decisiones del gobierno y las instituciones estatales, poder político popular para ponerlo al servicio y en representación de todo el pueblo colombiano. La lucha por conquistar poder político debe responder a la altruista aspiración de la juventud afrodescendiente ante la pregunta: ¿Qué puede hacer el pueblo negro, afrocolombiano, raizal y palenquero organizado por todo el pueblo colombiano? La conquista de poder popular está ligada a la conquista de mejores condiciones de vida y voluntad política para llevar los programas de desarrollo social y los presupuestos hacia el pueblo afrodescendiente y los pueblos marginados.
Todos los jóvenes negros, afrocolombianos, raizales y palenqueros deben tener conciencia de esta gran tarea. Conquistar y construir poder popular, luchar por la democracia local y nacional, son dos objetivos concretos y a la vez grandes propósitos de la lucha organizativa y política afrodescendiente colombiana. Sin democracia que garantice pluralismo, igualdad de oportunidades, igualdad de participación y ascenso social, será imposible superar la exclusión, la desigualdad en las condiciones de vida, la desigualdad en la competencia por las oportunidades de empleo, y la discriminación racista que nos hace víctimas dentro de la sociedad colombiana.
El pueblo negro, afrodescendiente, raizal y palenquero necesita construir y conquistar poder político étnico cuyas bases son la organización étnica, la conciencia sobre la identidad étnica, la educación y la unidad social y política. Así podremos influir positivamente en el presente y futuro de las generaciones por venir.
El
proceso de construcción del Partido Político Afrocolombiano,
Negro, Raizal y Palenquero[2]
El pueblo negro, afrocolombiano, raizal y palenquero, acatando el llamado de Jorge Eliécer Gaitán, debe comprender y asumir que nuestros intereses históricos, económicos y políticos son contrarios a los intereses de las familias dueñas de los partidos políticos, que nos han utilizado durante la historia nacional.
Un partido político es la organización de una clase o un grupo social para defender sus intereses desde el Estado, gobernando. Cada partido tiene sus dueños, que son familias y jefes con nombres propios. Como pueblo no hemos tenido lugar en el pensamiento y la vida de los partidos colombianos, cuando fueron fundados el Liberal y el Conservador, las personas africanas eran sus propiedades, sus bienes muebles, sus esclavos, cuando en 1942 se universalizo el voto para los hombres, los hombres negros, los “ex – esclavos” fueron chantajeados para votar por sus antiguos amos liberales y conservadores, sin saber eso que significaa y utilizados en las guerras civiles, donde ellos peleaban por el poder, como soldados carne de cañón.
Hoy el pueblo negro, afrocolombiano, raizal y palenquero tiene que liberarse de la esclavitud política, las personas descendientes de los y las africanas y que vivieron la esclavización no podemos darle nuestro voto, de nuevo cederles nuestro poder político a los descendientes y herederos de los esclavistas, de los antiguos amos.
El pueblo pueblo negro, afrocolombiano, raizal y palenquero solo podrá liberarse de la esclavitud política y de la hegemonía racial y social de los descendientes de los esclavistas si construye su propio partido político, su organización política autónoma donde seamos las propias personas negras las y los dueños de nuestros propios votos, de nuestra propia fuerza electoral que nos visibilice en el Estado, que no permita gobernar y administrar la sociedad, para luchar contra la injusticia, el racismo, la discriminación racial y por un nuevo modelo de sociedad donde quepamos todos y todas sin exclusiones y viviendo en una sociedad democrática.
Las personas descendientes de africanos y africanas en Colombia debemos tener presente que “la gente blancos nos dignaron tanto durante la época de la esclavitud que han conseguido que no sepamos pensar de otra forma que no sea la suya”, ya es el momento de autoliberarnos, de acatar el llamado de Bob Marley cuando nos dice a que “saquemos de nuestra alma la mentalidad de esclavos” y sembremos en la conciencia de nuestras gentes que “los hombres y mujeres realmente libres construyen su libertad” (Lauraghn).
El pueblo pueblo negro, afrocolombiano, raizal y palenquero debe dar el salto político, debe liberarse de la esclavitud política. Política significa gobernar, administrar la sociedad, ejercer el poder dentro de la sociedad. Debemos desarrollar la conciencia y la vocación de sujetos políticos, aprender a ser políticos y políticas, a utilizar la política para gobernar y visibilizar a nuestro pueblo por el progreso de nuestras comunidades y del conjunto del país.
El voto significa poder, la fuerza que domina en la “democracia”. Si damos nuestro voto a los partidos que nos dividen e impiden la unidad de nuestras comunidades y de nuestro pueblo, no tendremos presente ni futuro, siempre van a destruir nuestro tejido social y nos van a utilizar como esclavos políticos, chantajeándonos para que vendamos el voto o botemos el voto. El voto es poder, si servimos de escaleras con nuestro voto para que suban los descendientes de los esclavistas, ellos seguirán siempre arriba y nuestro pueblo abajo pisoteados y discriminados, invisibilizados dentro del Estado y maltratados en las diversas esferas sociales.
El proceso de construcción de nuestro proyecto de empoderamiento político y construcción del partido político negro, afrocolombiano, raizal y palenquero, debemos comenzar con la conquista de las curules étnicas para este pueblo por circunscripción especial, estas curules son una ventaja que nos otorga el sistema para que el pueblo construyamos nuestro propio proyecto político, y un partido, que le permita unir a través del voto ,consciente y responsable, a las personas negras, afrocolombianas, raizales y palenqueras junto a las personas empobrecidas de Colombia, que a los siguientes años, si se han formado los líderes y lideresas comunitarias y hemos promovido un gran programa social, podamos llegar con nuestra propia fuerza electoral a los espacios democráticos territoriales y nacionales así como a las alcaldías, gobernaciones y a la Presidencia de la República. El partido negro, afrocolombiano, raizal y palenquero debe luchar por una Colombia donde quepamos todos y todas, sin racismo ni discriminaciones.
[1]
Juan de Dios Mosquera Mosquera. Director Movimiento
Nacional Cimarron. Organización que desde 1982, promueve la defensa y el
ejercicio de los derechos humanos y étnicos de la población afrocolombiana.
[2] José Eulícer Mosquera Rentería
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